cuenticos

-hey Robo, ponte el haitiano fren ! le gritaba Dimas desde el patio de la casa a su vecino “Robotin”. Nosotros, sentados al lado de un estañón partido a la mitad que servía como asador de carne, esperábamos comiendo yuca frita la popular música antes desconocida para mi. Robotin duro varios minutos. Tenía que encontrar “el haitiano” entre la larga lista de canciones de su equipo de sonido, pasando por las populares plenas y típico panameño, salsa y reggae jamaiquino. - Chucha fren ! esas taban hasta el final de la lista, awebao! Nos dijo Robotin, cerveza en mano, cuando salió felizmente de su casa para unirse a la pequeña fiesta que teníamos. Curiosamente el kompa Haitiano es una música sumamente popular en Panamá, escuchada principalmente durante los días de fiesta. Digo “curiosamente” primero porque a pesar de ser vecinos, estoy seguro que en Costa Rica nunca la escuché, y segundo por que la mayoría de sus canciones son cantadas en criollo haitiano, idioma que tiene poco

Me atrevería a decir que el evento mas esperado del año acá en Panama son los Carnavales de los pueblos de la Península de Azuero. Al igual que el resto de Panameños este año esperé muy ansiosamente los 5 dias de fiesta que finalizan con la Misa del Miercoles de Ceniza e inicio de la Cuaresma. En vez de optar por visitar Las Tablas, el pueblo donde se hacen los Carnavales mas grandes de Panama, preferí quedarme en el pueblo de Pedasí y vivir una celebración mas de pueblo. Desde la primer noche cuando vi a las murgas (bandas de musica) y la gente bailando detras supe que me esperaba algo que iba a disfrutar muchisimo. Esto lo confirmé al dia siguiente cuando vi en el parque los populares culecos, camiones cisterna que se instalan al lado de la calle y rocian a toda la gente con agua. Agreguenle a esto musica de reggae panameño, mujeres, alcohol y sol, y podran imaginarse a lo que lleva la escena. El calor humano y festividad de estos carnavales es algo dificil de explicar. En Cost

Luego de que regalé la cama que usé por más de un año, la siguiente opción que me quedaba para pasar las noches del par de semanas que me restaban en San Francisco fue usar este futón de la foto. El futón llegó a manos de mi amigo Ricardo por su ex-roommate Briana. Ella se lo regaló cuando él se mudó con las manos vacías del apartamento que compartían en el Outer Sunset de San Francisco al de la foto, en el mas céntrico Cole Valley . Ricardo lo tuvo por un par de años hasta que se fue para Nueva York a continuar sus estudios, momento en que me dejó pasarme a su apartamento para continuar su contrato de renta, regalandome-vendiendome todos los muebles. Como se ve en la foto el futón cuando se abría tenia el tamaño de una cama matrimonial, pero a pesar de la amplitud había algo en la textura del colchón que me incomodaba y me hacia pasar largas noches dando vueltas, tratando de acomodarme de la mejor manera. Cuando uno se acostaba el colchón se sentía como cualquier colchón - ni muy du