El botón de nácar de Patricio Guzmán
Luego de la bellísima experiencia de ver hace ya varios años la galardonada Nostalgia de la Luz del documentalista chileno Patricio Guzmán no podía perderme la oportunidad de ver en pantalla grande durante el Festival Internacional de Cine de Costa Rica su más reciente trabajo El botón de nácar.
Es claro desde los primeros minutos de su proyección que se está ante otra obra maestra del pupilo de Chris Marker. El trabajo, a través de un muy cuidadoso tejido de imágenes, sonidos, música, entrevistas y un narrador meditativo, nos transporta al sur de Chile; y usando como goma temática el agua nos comparte una visión muy personal sobre la vida, el universo, la prehistoria de Chile y los crímenes ocurridos durante la dictadura de Pinochet.
Más allá de llamarla "película" o documental, diría que es una poesía visual dirigida y contada con gran maestría por un Patricio Guzmán que a sus 76 años sigue siendo uno de los principales (¿tal vez el más grande?) documentalistas latinoamericanos.
Aplausos y reverencia a un trabajo como este.
Es claro desde los primeros minutos de su proyección que se está ante otra obra maestra del pupilo de Chris Marker. El trabajo, a través de un muy cuidadoso tejido de imágenes, sonidos, música, entrevistas y un narrador meditativo, nos transporta al sur de Chile; y usando como goma temática el agua nos comparte una visión muy personal sobre la vida, el universo, la prehistoria de Chile y los crímenes ocurridos durante la dictadura de Pinochet.
Más allá de llamarla "película" o documental, diría que es una poesía visual dirigida y contada con gran maestría por un Patricio Guzmán que a sus 76 años sigue siendo uno de los principales (¿tal vez el más grande?) documentalistas latinoamericanos.
Aplausos y reverencia a un trabajo como este.
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