Francisco Coto en el Museo Nacional
El retablo está en la casa de mi abuela paterna. En la fotografía salgo yo cuando tenia unos 10 años, mi hermana 6 y mi hermano menor 2 años. Tengo vagos recuerdos de cuando tomaron la foto. Las camisas celestes con rayas blancas estoy seguro que las compramos en Panamá en un viaje que hicimos no mucho tiempo atrás de cuando se tomó la foto. Mi mamá recuerdo que estaba al lado del fotógrafo, tratando de calmar a mi hermano para no perder la pose en la que nos querían retratar.
Aunque esa no fue mi primer visita a un estudio fotográfico, ese es mi primer recuerdo de estar en uno. Vagamente recuerdo la cara fotógrafo o a su ayudante, de las luces o las cámaras, pero cada vez que veo ese retablo recuerdo estar ahí. El lugar no lo podría ubicar exactamente pero según la "firma" del estudio estaba ubicado en alguna de las casas que rodean al hospital Calderon Guardia, en lo que era el estudio Foto Coto Aranjuez.
El fotografo de tanto retrato familiar - llegué a saber hasta ayer - se llama Francisco Coto. Conocí de su nombre cuando por casualidad fui a dar con la noticia de la exhibición Cazador de Memorias, exposición inaugurada esta semana en el Museo Nacional de Costa Rica. Luego de leer un poco sobre la exhibición y sobre todo después de ver las fotos que muestra el sitio de Facebook de la exposición, no me aguanté las ganas de ver toda la selección y fui hoy en la mañana al Museo.
El solo hecho de entrar al edificio me trajo recuerdos de las visitas que hice al Museo cuando estaba en la escuela primaria, pero el ver las fotos de don Francisco me transportó aun más al pasado, al Costa Rica de mis padres y abuelos.
Francisco Coto se dedicó a retratar Costa Rica, pero no solo dentro de su estudio fotográfico, si no también desde sus calles, potreros, playas, ríos y mares. La exhibición muestra en 150 fotos parte de lo que vio el fotografo en la segunda mitad del siglo XX.
De todas las fotografías expuestas hubo una que me hizo volver repetidas veces a observarla y aprovechando (o abusando) de la tecnología, la pongo acá:
Ambos detrás de la cerca de alambres de puas, con la mirada fija al fotógrafo, delantal, saco algo ruido por el el tiempo y sombrero de paja. Esas miradas dicen tanto que hipnotizan.
La exhibición va a estar hasta marzo y vale la pena visitarla.
Aunque esa no fue mi primer visita a un estudio fotográfico, ese es mi primer recuerdo de estar en uno. Vagamente recuerdo la cara fotógrafo o a su ayudante, de las luces o las cámaras, pero cada vez que veo ese retablo recuerdo estar ahí. El lugar no lo podría ubicar exactamente pero según la "firma" del estudio estaba ubicado en alguna de las casas que rodean al hospital Calderon Guardia, en lo que era el estudio Foto Coto Aranjuez.
El fotografo de tanto retrato familiar - llegué a saber hasta ayer - se llama Francisco Coto. Conocí de su nombre cuando por casualidad fui a dar con la noticia de la exhibición Cazador de Memorias, exposición inaugurada esta semana en el Museo Nacional de Costa Rica. Luego de leer un poco sobre la exhibición y sobre todo después de ver las fotos que muestra el sitio de Facebook de la exposición, no me aguanté las ganas de ver toda la selección y fui hoy en la mañana al Museo.
El solo hecho de entrar al edificio me trajo recuerdos de las visitas que hice al Museo cuando estaba en la escuela primaria, pero el ver las fotos de don Francisco me transportó aun más al pasado, al Costa Rica de mis padres y abuelos.
Francisco Coto se dedicó a retratar Costa Rica, pero no solo dentro de su estudio fotográfico, si no también desde sus calles, potreros, playas, ríos y mares. La exhibición muestra en 150 fotos parte de lo que vio el fotografo en la segunda mitad del siglo XX.
De todas las fotografías expuestas hubo una que me hizo volver repetidas veces a observarla y aprovechando (o abusando) de la tecnología, la pongo acá:
© Francisco Coto - Fundación Francisco Coto
Foto tomada en Coronado en 1960
Ambos detrás de la cerca de alambres de puas, con la mirada fija al fotógrafo, delantal, saco algo ruido por el el tiempo y sombrero de paja. Esas miradas dicen tanto que hipnotizan.
La exhibición va a estar hasta marzo y vale la pena visitarla.
Muy emotivo para nosotros leer sus comentarios sobre sus experiencias al visitar la exposición del fotógrafo Francisco Coto. El saber que hay gente quienes, como a usted, las fotografías las han inspirado hace que todos nuestros esfuerzos valgan la pena.
ResponderBorrarAlberto Coto
Presidente
Fundación Francisco Coto
info@fundacionfranciscocoto.org