Samsara
Normalmente saco unos minutos para escribir en el blog sobre alguna película que haya tenido la suerte de ver y me pareciera especial. Aunque regularmente veo varias películas cada semana, tenía tiempo de no escribir hasta que hoy afortunadamente vi Samsara.
Sin narrador ni subtítulos pero con una cuidadosa cinematografía y una música especialmente compuesta para las imágenes, Samsara tiene el poder de transmitir sensaciones difíciles de describir. Es una trabajo que a los pocos minutos te absorbe y te transporta, te lleva por un mundo sin países ni regiones, sin palabras, un mundo de sonidos y de imágenes.
Describiría Samsara como una poesía visual y sonora que trata sobre la humanidad. Es una poesía que entre sus rimas también hace una fuerte crítica a nuestro actual estilo de vida. Samsara, siento yo, viene a ser como una radiografía a vivos colores de nuestra sociedad de consumo, que nos muestra tanto la cotideanidad de nuestras vidas como muchos de sus poco conocidos efectos. Es un llamado de atención sobre lo que éramos, lo que somos y hacia donde vamos.
Me atrevería a decir que, más por su temática transcultural que por la belleza de sus imágenes, Samsara tiene el poder de absorber a cualquier citadino global.
Es una gran lástima que producciones como está, que según su website abarcó 25 países y duró 5 años en filmación, no logre llegar a los cines de nuestra Centroamérica.
Acá el trailer:
Sin narrador ni subtítulos pero con una cuidadosa cinematografía y una música especialmente compuesta para las imágenes, Samsara tiene el poder de transmitir sensaciones difíciles de describir. Es una trabajo que a los pocos minutos te absorbe y te transporta, te lleva por un mundo sin países ni regiones, sin palabras, un mundo de sonidos y de imágenes.
Describiría Samsara como una poesía visual y sonora que trata sobre la humanidad. Es una poesía que entre sus rimas también hace una fuerte crítica a nuestro actual estilo de vida. Samsara, siento yo, viene a ser como una radiografía a vivos colores de nuestra sociedad de consumo, que nos muestra tanto la cotideanidad de nuestras vidas como muchos de sus poco conocidos efectos. Es un llamado de atención sobre lo que éramos, lo que somos y hacia donde vamos.
Me atrevería a decir que, más por su temática transcultural que por la belleza de sus imágenes, Samsara tiene el poder de absorber a cualquier citadino global.
Es una gran lástima que producciones como está, que según su website abarcó 25 países y duró 5 años en filmación, no logre llegar a los cines de nuestra Centroamérica.
Acá el trailer:
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