Pedasí, un mes por acá

El proceso de adaptación a esta nueva vida en la costa ha ido bien. Ha ido tan bien que me ha mantenido alejado de escribir en el blog, inclusive de fotografiar.

El cambio me ha hecho replantearme el rol de muchas cosas en mi vida, me ha hecho meditar sobre mi ultimo estado de vida dentro del frenesí de fiesta y despilfarro citadino al que ya estaba bastante habituado en San Francisco y en San José.

El venirme a vivir a Pedasí ha sido como el cambio de ir en una autopista a mas de 100km por hora y entrar de repente a un camino de lastre donde no se puede ir a mas de 40 km por hora; ha sido como si finalmente despues de una revolcada de una ola endemoniada surjo a la superficie y puedo dar varias largas bocanadas de aire. El no estar bombardeado por noticias, televisión, conciertos, bares e internet puede convertirse en una gran oportunidad para la meditación y el replanteamiento de cosas importantes que quedan por delante.

Ya finalmente con los papeles migratorios al dia y con todos los temas salariales claros por fin puedo respirar tranquilamente y hacer planes a mediano plazo acá en Panamá. Ya pienso en comprar un carro (lo necesito para explorar la zona), en buscar alguna casa o apartamento donde vivir (actualmente vivo en la casa del trabajo) y en traerme a mi perro Cristobal. La vida en Pedasí corre lentamente, pero está acompañada por varias playas con buenas olas, por gente sumamente amable, casas con techos de teja y una vida aún sana… un hermoso lugar donde todavía los demonios del turismo masivo no se han asentado.

Las noches en Pedasí las he invertido en leer. Leer tanto libros como blogs, desde literatura de ficción y periodística hasta artículos científicos. Gracias a que de cumpleaños me regalaron uno de esos Kindle de Amazon, tengo la libertad para bajar libros del internet en cualquier momento. Por el Kindle ha pasado desde Robert Louis Stevenson y sus viajes por los mares del sur, Saramago y el “Ensayo sobre la ceguera", Henry David Thoreau con su “Walden”, Carpentier y su lindisimo libro “El Reino de Este Mundo” hasta la ultima joya que he encontrado y que fue la motivación para escribir este post: los libros de Ryszard Kapuscinski.

Con Kapuscinksi estoy sintiendo una explosión de ansiedad por leer todos sus libros, cosa que no me había ocurrido desde hace ya varios años cuando por casualidad, bajo los aguaceros de las soledades de Boca Tapada en Maquenque, cayó en mis manos el libro Ficciones de Jorge Luis Borges.

Al igual que con Borges la prosa de Kapuscinski me absorbió desde que leí su primer párrafo. Su primer libro que leí tiene el titulo en ingles de The Shadow of the Sun. Kapuscinski escribió este libro cuando servía como corresponsal de guerra para la prensa polaca en varios lugares del Africa, justo cuando comenzaba el movimiento independentista a mediados del siglo pasado. Escrito como historias cortas que no solo relatan sus vivencias personales si no que también describen los acontecimientos periodísticos del momento, cada una de sus historias tiene el peso suficiente para leerse y disfrutarse individualmente.

Según he leido en internet Kapuscinksi es un icono del periodismo mundial y uno de los polacos mas famosos de la historia, cosa que me sorprendió ya que hasta hace unos días fue que por casualidad escuché su nombre y de sus libros. Di con el gracias a una entrevista hecha a la fotografa Mexicana Maya Godded en la revista electronica 7 punto 7 en la que ella lo menciona como fuente de inspiración.

De la misma manera que cuando leí los libros de historias cortas de Borges, cada noche acostado en una hamaca y teniendo el sonido de los grillos y el viento de fondo soy transportado por el poder de las letras a tierras y eventos lejanos… en el caso de Borges era a su universo fantastico, Kapuscinski en cambio me vuelve testigo de importantes conflictos bélicos del siglo pasado, donde los hechos son contados de una manera mucho mas interesante, personal – y hasta poética - que la tradicional forma de los libros de historia.

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