regalos de los treinta y tantos
Desperté con un dígito diferente en la cuenta de vueltas al sol. Ya no era "la de Cristo", si no uno mas, 34 años. Desperté dejando atrás (finalmente) una extraña sensación de no tener mas 25 años y de comenzar a apreciar las ventajas de los mas meditativos y pensados 30s. Desperté en mi casa en Moravia. El pretexto de dejar Panama por unos días fue asistir al memorable concierto de Pearl Jam y así pasar un memorable cumpleaños. El concierto lo disfruté mucho, pero lo que realmente recibí como memorable regalo fueron los resultados del 3er examen de pruebas hepaticas, mostrando que mi hígado está ya muy cerca de su recuperación. Desperté en la antigua cama de mi hermana, en su antiguo cuarto, esperanzado de que entre las mañanas nubladas y tardes de lluvia apareciera al menos por unas horas los añorados vientos navideños. Miré por la ventana y el Volcán Irazú, al igual que los días anteriores, se escondía entre muchas nubes. Después ...