Burning Man ¡aquí voy!

Mañana en la mañana zarpo rumbo al universo paralelo del Burning Man. En medio del desierto de Black Rock en Nevada, a mas de dos horas de la ciudad más cercana y frente a 60 mil personas se abriran las puertas intergalácticas. Los que vamos a estar ahí seremos testigos de la vida en otras galaxias, nos teletransportaremos a otros mundos.

No niego que estoy nervioso y ansioso de asistir a lo que muchos llaman el mejor y más original festival del mundo, a presenciar parte de esos seis dias y seis noches descritas como “un experimento en comunidad, de autoexpresión y autosuficiencia radical” (1). La Fiesta que todos en San Francisco esperan cada año y de la que tanto he oido hablar.

Para mi este será un viaje fotográfico, talvez el viaje más fotográfico de los que he hecho. Tengo el problema de que mi camara digital está a punto de morir y las tormentas de arena del desierto no la van a ayudar a que siga funcionando por mucho tiempo más. Pensando en esto decidí viajar 20 años al pasado y usar los chunches viejos que jamás pense que volvería a usar: 1 cuerpo Canon A1 (con bateria extra) de finales de los 70s, 1 lente 35mm 2.8, 1 camara Olympus XA con flash (lente 35mm) de principios de los 80s, 18 rollos blanco y negro Kodak TMax 100 y 5 TMax 400. En total tengo 648 cuadros de ISO100 y 120 de 400, más de la cuenta dirian muchos… pero uno nunca sabe, mas vale ir preparado.

Al igual que mucha gente que antes de salir a hacer un trabajo le da por fotografiar sus super camaras, flashes, tripodes, laptops y demás parafernalia (ojo este), acá está esta foto con mi equipo:

(aparte de la tienda de campaña, estacas de 30cm para que la tienda no salga volando con las tormentas de arena, comida y agua para 4 dias, sombrero, bloqueador 50, un filtro de boca para poder respirar en las tormentas de polvo, bolsas de basura, ropa, 3 botellas de vino y mi bicicleta.)