93 años y contando
Hace dos semanas mi abuela paterna cumplió 93 años. Por motivos de trabajo no pude asistir a su cumpleaños pero afortunadamente la semana pasada pude escaparme unos días a Costa Rica, y entre la ocupada agenda del viaje saqué un par de tardes para pasar a visitarla.
Aun con una claridad mental que sorprendería a mas de uno y una salud envidiable me pidió que le tomara un par de fotos para que se las enviara a mi hermana que vive en España. La primera no le gustó porque salia con “delantal”, el siguiente día que fui se había arreglado para la 2nda foto.
La que sale en la foto en la pared es ella misma cuando andaba por las 30 primaveras. En la cama están sus “oraciones”, actividad a la que dedica la mayor parte del día. Como se imaginaran cada vez que la veo me dice que es la ultima vez que nos vemos, que ya está cansada de tanto trajín, que ya está lista para irse “al otro lado”. Afortunadamente sus predicciones no se han cumplido.
© Guillermo A. Durán S. - 2011
Aun con una claridad mental que sorprendería a mas de uno y una salud envidiable me pidió que le tomara un par de fotos para que se las enviara a mi hermana que vive en España. La primera no le gustó porque salia con “delantal”, el siguiente día que fui se había arreglado para la 2nda foto.
La que sale en la foto en la pared es ella misma cuando andaba por las 30 primaveras. En la cama están sus “oraciones”, actividad a la que dedica la mayor parte del día. Como se imaginaran cada vez que la veo me dice que es la ultima vez que nos vemos, que ya está cansada de tanto trajín, que ya está lista para irse “al otro lado”. Afortunadamente sus predicciones no se han cumplido.
© Guillermo A. Durán S. - 2011
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