la amiga de Karolina y su curioso trabajo
Una de las historias mas curiosas que me han ocurrido acá en San Francisco - y una historia que sin duda muestra gran parte del porqué llamo a esta ciudad "El Circo" - es lo que me pasó una noche hace ya varios meses cuando me disponía a tomar el tren BART desde la Mission al centro de la ciudad.
Eran por ahí de las 8pm y, luego de unos margaritas con un amigo en mi muy querido antro de perdición Latin American Club, decidí devolverme para mi casa temprano. En lo que estaba esperando el tren en el BART de Mission y 24th me llegó un mensaje de texto de una de mis mejores amigas acá en San Francisco, Karolina la polaca. El texto, que me pareció iba con ciertos aires provocativos, decía:
"come to my house, no roommates tonight, let's have a party"
Me sorprendió el mensaje, primero porque Karolina no es de mandar ese tipo de mensajes y segundo porqué ella vive justo a un par de cuadras de la estación de BART donde yo me encontraba. Le respondí rápidamente diciéndole que llegaba en 5 minutos y salí directo a una licorera para comprar un six pack de cervezas y matizar con algo mas de alcohol lo que prometía ser una interesante velada.
Llegué donde Karolina y al saborear la primer ronda de cervezas Anchor Steam me comentó que dos de sus amigas también iban a unirsenos a la fiesta.
El timbre del apartamento sonó antes de terminar ese six pack compartido. De sus dos amigas no recuerdo los nombres, pero si que llegaron con una enorme cantidad de alcohol y que una era mucho mas simpatica y hablantina que la otra. A media cerveza después comenzé la conversación con la simpática con los temas de rigor: el nombre, de donde era, cuanto llevaba viviendo en San Francisco, como conocía a Karolina y la pregunta cuya respuesta me hizo escribir este post: en que trabajaba.
Viéndole la cara a la joven simpática, su aire y sus facciones me imaginé que talvez trabajaba de mesera en algún cafe o restaurante, talvez podia ser instructora de yoga o una estudiante becada. La respuesta a esa sencilla pregunta jamás me la habría imaginado, ni por el año y medio que llevaba yo viviendo en esta loca ciudad.
Sin cambiar en nada su mirada, su tono de voz o sus gestos, muy tranquilamente me contestó que sus días los dedicaba a trabajar haciendo películas pornográficas para lesbianas.... no de actriz, me comentó luego, si no de sonidista. Al parecer la industria del porno en San Francisco es enorme y los trabajos en ese negocio son muy bien pagados.
Definitivamente que ese si es un trabajo muy poco convencional.
Eran por ahí de las 8pm y, luego de unos margaritas con un amigo en mi muy querido antro de perdición Latin American Club, decidí devolverme para mi casa temprano. En lo que estaba esperando el tren en el BART de Mission y 24th me llegó un mensaje de texto de una de mis mejores amigas acá en San Francisco, Karolina la polaca. El texto, que me pareció iba con ciertos aires provocativos, decía:
"come to my house, no roommates tonight, let's have a party"
Me sorprendió el mensaje, primero porque Karolina no es de mandar ese tipo de mensajes y segundo porqué ella vive justo a un par de cuadras de la estación de BART donde yo me encontraba. Le respondí rápidamente diciéndole que llegaba en 5 minutos y salí directo a una licorera para comprar un six pack de cervezas y matizar con algo mas de alcohol lo que prometía ser una interesante velada.
Llegué donde Karolina y al saborear la primer ronda de cervezas Anchor Steam me comentó que dos de sus amigas también iban a unirsenos a la fiesta.
El timbre del apartamento sonó antes de terminar ese six pack compartido. De sus dos amigas no recuerdo los nombres, pero si que llegaron con una enorme cantidad de alcohol y que una era mucho mas simpatica y hablantina que la otra. A media cerveza después comenzé la conversación con la simpática con los temas de rigor: el nombre, de donde era, cuanto llevaba viviendo en San Francisco, como conocía a Karolina y la pregunta cuya respuesta me hizo escribir este post: en que trabajaba.
Viéndole la cara a la joven simpática, su aire y sus facciones me imaginé que talvez trabajaba de mesera en algún cafe o restaurante, talvez podia ser instructora de yoga o una estudiante becada. La respuesta a esa sencilla pregunta jamás me la habría imaginado, ni por el año y medio que llevaba yo viviendo en esta loca ciudad.
Sin cambiar en nada su mirada, su tono de voz o sus gestos, muy tranquilamente me contestó que sus días los dedicaba a trabajar haciendo películas pornográficas para lesbianas.... no de actriz, me comentó luego, si no de sonidista. Al parecer la industria del porno en San Francisco es enorme y los trabajos en ese negocio son muy bien pagados.
Definitivamente que ese si es un trabajo muy poco convencional.
Interesante historia con tu amiga carolina.
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