las aventuras de Cristobal en el Rio San Juan

A pesar de que mi pobre perro Cristobal casi se me muere de una infección intestinal luego de esta visita que hice con el al pueblo de Cureña, viendo estas fotos no me arrepiento de haber tomado esa loca decisión de llevarlo conmigo. No me pueden negar que en esa foto de él en el bote sobre el Río San Juan se le nota muy feliz…

 
© 2004 - Guillermo A. Durán

Notas:
Esa vez me quedé donde Roberto el de Cureña. El muy amablemente me dejó dejar a Cristobal en el galerón que se ve en la foto con los terneros, eso era justo al lado de su casa.
El que sale en la foto del yolillal con Cristobal es Calín, él fue el baquiano que me ayudo a recorrer las fincas alrededor de Cureña.
En la foto donde sale Cristobal y los 3 niños-muchachos… 2 son hijos de Roberto, el otro es un amigo de ellos que para las vacaciones de la escuela lo mandaron a trabajar con el ganado de Roberto. El objeto baboso que está en el suelo es un ternero que nació muerto. Ese día fuimos a ver como los vecinos hacían para que la vaca pariera el ternero muerto que tenía adentro… toda una escena.


Y si se preguntan como hice para llevarme al perro hasta esa zona tan alejada… primero me lo llevé en el carro del trabajo desde Moravia hasta la casa donde yo vivía en Boca Tapada, de Boca Tapada a Boca San Carlos me lo llevé al mejor estilo de los monteadores de la zona… en esta foto que pongo abajo se puede apreciar la técnica. Normalmente los monteadores hacen eso pero en moto y con varios perros… yo por dicha tenía el cuadraciclo del trabajo. Seguidamente de Boca San Carlos a Cureña fuimos en el bote en el que también viajaban los estudiantes del colegio de Boca San Carlos.


Pobre perrin… en las que lo he metido.